Mapuche significa Gente de la Tierra,
actualmente es el Pueblo Indígena más numeroso de Chile
(su territorio histórico es el sur de Chile y se extiendó
desde la región del Maule hasta la Isla Grande de Chiloé).
El Pueblo Mapuche poseía un amplio Territorio,
en donde desarrollaba una cultura muy rica en tradiciones,
y que fue interrumpida cambiando radicalmente su destino
en el año 1541 (período de la conquista española).
Actualmente una gran cantidad de Mapuche
vive permanentemente en Santiago, lo cual es resultado
de un fenómeno migratorio que se viene acrecentando
aproximadamente desde los años 30. El hecho de tener
que trasladarse y abandonar el lugar de origen obedece
a una serie de circunstancias, entre las que se destaca
la escasez de tierras, producto de la llegada de colonias
prehispánicas al continente, la aplicación de mecanismos
ilegales como lo son la usurpación fraudulenta, falsificaciones
de contratos, firmas, reformas, entre otras y la sobreexplotación
de recursos naturales con fines económicos externos
a las comunidades Mapuche.
Según el último Censo Nacional de población
y Vivienda de 1992, arrojó un total nacional de 928.060
personas mayores de 14 años autoidentificadas como mapuche
de las cuales 409.079 se identificaron como mapuche en la región metropolitana, lo cual equivale al 44.1% del total de casos,
dichas cifras son cuestionadas por el sociólogo Marcos
Valdés quien plantea que si se tiene en cuenta que la
pregunta fue aplicada a personas de 14 años y más, se
puede inferir que la cantidad de mapuche es mucho mayor.
Es interesante considerar que según la información entregada por el Censo
1992, seis de cada diez Mapuche vive en ciudades, casi
la mitad de los Mapuche vive en Santiago, y sólo un
15,49% vive en su país histórico, la novena región;
acentuándose las cifras si se realiza una distinción
por género, ya en 1992 en la región metropolitana había
200.863 hombres Mapuche mayores de 14 años y 208.216
mujeres.
Los mapuche habitan comunas como Cerro Navia, Pudahuel, Peñalolen, La Pintana,
Maipu y La Florida, lo cual evidencia que los mapuche
se concentran en las comunas con más alto índice de
pobreza y marginalidad de la región metropolitana.
Es en este contexto, en que cuestionamos como poder seguir siendo mapuche,
respetando el ser indígena, cuando más del 50% de nuestros
hermanos se encuentran en los centros urbanos, tratando
de sobrevivir ante un sistema económico, cultural y
político que solo tiene visión hacia la globalización,
donde su perspectiva es mejorar el nivel económico de
un sector.
La globalización del sistema económico y educacional es una de las armas
mas fuerte que posee el macros sistema imperante en
Chile, ya que sutilmente nos incorpora e impone sus
valores culturales, nos arranca nuestro idioma y silenciosamente
va eliminando nuestra cultura.
Ante esta situación es que los Mapuche van creando y recreando elementos
simbólicos como una forma de permanecer en el tiempo
y de disminuir la enajenación cultural que implementa
el sistema capitalista.
Es la discriminación, considerada como un conjunto de estereotipos, la que
invalidan al mapuche urbano en su desempeño exitoso
al interior de la sociedad chilena (Winka), ya que su
permanencia cultural no juega un papel protagónico de
participación en las decisiones, ya que las organizaciones
no cuentan con espacios físicos propios donde reunirse,
recrear, promover, difundir y fortalecer su cultura.
Las prácticas discriminatorias están profundamente internalizadas en la
sociedad dominante, llegando a ser parte de la cultura,
ya que se reproduce en diversas instituciones formales:
sistema educacional, de salud, judicial, etc.
Por ello, es que los Mapuche Urbanos nos reunimos en la ciudad y exigimos
como un derecho natural, por respeto a nuestra calidad
de vida, el poder acceder a espacios que nos acerquen
a nuestra cultura.
Exigimos volver a nuestra lengua, volver a hablar el Mapudungun como nuestros
ancestros.
Exigimos mejorar la calidad de vida de nuestros hermanos de sangre mapuche
que aun resisten la dura lucha en los campos, territorio
ancestral, para que ellos no tengan que vivir la dualidad
existencial y el dolor de sentirse no perteneciente
a una macro cultura que maltrata, discrimina e indirectamente
borra nuestra memoria cultural.
Por ello, nos reunimos buscando y luchando por la recuperación de nuestras
tradiciones, sistematizando nuestros diálogos y reflexiones,
nuestros ritos y memorias, teniendo la esperanza que
la teoría y práctica abrirán un sendero para el respeto
de la sabiduría del sistema cultural mapuche, ya que
en un futuro permitirá develar, fomentar y difundir
lo que ha sido durante siglo segregado y olvidado por
la nación chilena.
Siendo el inicio de la recuperación del conocimiento que poseemos los hombres
y las mujeres Mapuche, respecto a nuestra cultura, fortaleciendo
así nuestra identidad y organización autónoma.
(Es importante destacar que los conocimientos de nuestra cultura mapuche
han sido transmitidos de manera oral, es decir la memoria
social, cultural, colectiva de nuestro pueblo se reconstruye
a través de la oralidad, del diálogo entre generaciones,
de las vivencias tradicionales y de la concepción del
cosmos.)
Requerimos develar la memoria ancestral cultural del pueblo mapuche, ya no
desde una perspectiva de ser investigados sino que desde
nosotros los mismos mapuche, surga el develar de la
memoria y poder así, ir restituyendo el valor del conocimiento
adquirido a través de tantos siglos, pero desde los
propios actores, ya que consideramos que el ser mapuche
no significa contener un conjunto de conocimientos acerca
de la cultura mapuche, sino que es sentir y vivenciar
la vida como mapuche. Lo cual implica una interrelación
singular con la naturaleza y la madre tierra, con los
seres humanos y con el cosmos en general, lo cual es
adquirido a través de las tradiciones, enseñanzas, ritos,
etc. orales y prácticos transmitidos por nuestros ancestros.